
La GARANTIA REAL permite al cliente final contar con un respaldo en caso de un mal funcionamiento de un producto, que debe ser avalado por un documento (no factura, no recibo, etc.) en cual aclara las condiciones y puntos que cubre dicha garantía y su plazo, así como las empresas que respaldan tal documento como ser, la comercializadora, importadora y/o fabrica. Tal documento provee de "seguro" a la inversión del cliente.
Al contrario, una GARANTIA DE TIENDA solo es una forma de ganarse la confianza y decisión de venta del cliente, garantía que buscan respaldar con la "palabra del vendedor o dueño", con un recibo o un papel común escrito. Este tipo solo ofrece riesgos al cliente en caso de que el producto presente deficiencias, ya que no se tiene un proceso de respuesta para tales ocasiones por parte del local donde se adquiere el producto, mucho menos del fabricante.